Jóvenes Programadores

Entrevistas

En este espacio podrás conocer las experiencias en profundidad de quienes han sido y son parte de Jóvenes Programadores de BiblioRedes. Conoce sus historias, desafíos, y logros, y descubre cómo están utilizando sus habilidades para crear soluciones innovadoras tras realizar nuestros cursos. Cada entrevista ofrece una mirada única las cuales te invitamos a leer.

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ENTREVISTAS

Robert Ramírez inspira con su pasión por la programación

“La discapacidad visual no es un límite para aprender a programar, los únicos límites son los que nos ponemos nosotros mismos. Si quieres, puedes”.

Su interés por la programación comenzó cuando tenía 8 años, utilizando el computador como herramienta de apoyo. Creó su primera aplicación como una forma de divertirse y hoy, se encuentra desarrollando otra. Fue un activo y destacado participante en los cursos de Jóvenes Programadores de BiblioRedes. Actualmente está decidido a seguir desarrollándose en el área de la informática.

Robert Ramírez Urrea, estudiante de cuarto medio del Liceo Bicentenario de Excelencia Técnico Puente Ñuble, en la Región del Ñuble, Chile, es mucho más que un joven promesa en el mundo de la programación. Con 18 años ha demostrado que no existen límites cuando se combinan la determinación, la curiosidad y las herramientas adecuadas.

Desde tercero básico, Robert ha tenido una relación especial con la tecnología. Aprendió a usar el computador desde pequeño y con el pasar de los años, se sumergió en el mundo de la programación con un objetivo claro: crear soluciones y aplicaciones accesibles tanto para personas con discapacidad como para quienes no la tienen.

Un interés que comenzó en la infancia

El interés de Robert por la tecnología tiene raíces profundas y se remonta a su niñez. “Desde tercero básico, si no me equivoco, comenzó mi fascinación. Debido a mi discapacidad visual, desde kínder aprendí a usar el computador como herramienta de apoyo. Esto me permitió desenvolverme bien desde pequeño, comprendiendo los programas necesarios para interactuar plenamente con el entorno digital,” explica Robert.

Imagen de la ceremonia de licenciatura de cuarto medio, publicada en las redes sociales del Liceo Bicentenario de Excelencia Técnico Puente Ñuble. En la fotografía, Robert Ramírez está a la izquierda mientras que, a la derecha, el alcalde de San Nicolás, Víctor Toro, le entrega un reconocimiento.

Su curiosidad por entender cómo funcionaban los computadores marcó su infancia. “Siempre me preguntaba… ¿Cómo era posible que todo eso funcionara? Desde chico tuve un computador en mis manos, usaba Windows XP, Windows 98, y para mí todo eso era mágico. Quería saber qué había detrás, cómo funcionaban los programas, los juegos, y de dónde salía todo eso”.

La curiosidad lo llevó a investigar por su cuenta. “Recuerdo que era muy pequeño y me puse a buscar cómo funcionaba un computador. En tercero básico, cuando recibí mi primer computador personal, todo se volvió más claro. Descargaba programas, creaba audios para mis trabajos y, cuando tenía tiempo libre, buscaba información sobre juegos o programas”.

El punto de inflexión llegó gracias a un programa que le enviaron unos amigos llamado VGT, un compilador especializado en crear programas de audio. “Ahí empecé a leer la documentación y, poco a poco, lo fui utilizando. En 2020, si no me equivoco, creé mi primer pequeño juego”, comparte Robert.

¿Qué te motivó a participar en los cursos de Jóvenes Programadores de BiblioRedes?

“Primero me enteré junto con mis compañeros, cuando nos ofrecieron el tema de las certificaciones en el liceo. Al principio eran pocos cursos los que íbamos a realizar y decidí hacerlos porque me interesó mucho la idea de certificarme. No me demoré mucho en completarlos. Luego, encontré otros cursos más avanzados directamente en la página web del programa. Me entusiasmó tanto que al final completé unos cinco o seis cursos,” relata Robert. Él también destaca el formato y diseño instruccional de los cursos, que contribuyen a su claridad y mejoran la experiencia: “Lo mejor fue que los contenidos eran muy claros y estaban bien explicados. Esto me permitió avanzar rápido y disfrutar aprendiendo algo nuevo”.

Esta experiencia de aprendizaje traspasó las aulas. Ya que el entusiasmo de Robert fue continuo. Llegaba a su hogar y seguía aprendiendo “En el liceo hice los cursos que me habían destinado, pero después tenía ganas de seguir aprendiendo en mi casa. Continué ampliando mis conocimientos, complementando lo que me enseñaban también”, agrega Robert.

Con calificaciones destacadas, como un 100 en los cursos de HTML5 y Herramientas Digitales para el Emprendimiento, y altos puntajes en JavaScript 1 y 2, Robert demostró ser un estudiante muy activo y se convirtió en un ejemplo de inclusión en el programa Jóvenes Programadores de BiblioRedes.

Superando desafíos

Para Robert, la programación nunca fue un camino sin obstáculos. Desde el inicio, enfrentó barreras que pusieron a prueba su determinación y creatividad. “Voy a dar un ejemplo que tuve al hacer los cursos de Jóvenes Programadores donde uno de los mayores desafíos que enfrenté fue responder a las preguntas que tenían imágenes en los formularios, ya que los lectores de pantalla no las reconocían. En esos casos, pedía ayuda a mi hermano o utilizaba herramientas como OCR, que permite el reconocimiento óptico de caracteres. Así que finalmente logré adaptarme gracias al apoyo de mi familia y mis docentes,” explica.

Sin embargo, no se trató solo de adaptarse a las herramientas disponibles, sino también de desarrollar estrategias para aprender de manera autónoma. “Me gustó que los cursos del programa fueran muy estructurados, porque esto me permitió organizarme y superar las dificultades que encontraba en el camino. Por ejemplo, cuando no lograba entender algo, me dedicaba a investigar por mi cuenta y practicaba hasta dominarlo,” agrega Robert.

Una de las principales lecciones que destaca de su experiencia es la importancia de la perseverancia y el apoyo comunitario. “El soporte de los tutores en el programa fue clave. Recuerdo que cuando tenía dudas, ellos respondían casi al instante. Además, mis profesores del liceo siempre estuvieron ahí para ayudarme a organizarme y motivarme a seguir adelante”, comenta.

Dentro de esta experiencia de aprendizaje en el programa superó los desafíos técnicos, y a su vez pudo descubrir el potencial de la programación para trascender las barreras de accesibilidad. “Con el tiempo, me di cuenta de que la programación no es un camino solo para los que saben todo desde el principio. Es para quienes tienen la curiosidad y el deseo de aprender. Es un proceso constante de práctica y aprendizaje”, concluye Robert, reflejando la resiliencia que lo ha convertido en un referente dentro del programa Jóvenes Programadores de BiblioRedes.

Proyectos que trascienden fronteras

Robert no solo estudia…también crea. En 2020 desarrolló su primer juego multijugador en 2D, llamado “Batalla entre naciones”, un proyecto que combina estrategia y acción con accesibilidad. “El juego era sencillo, pero me permitió experimentar con mecánicas como el desplazamiento lateral y la interacción entre jugadores. Aprendí mucho sobre cómo integrar diferentes elementos visuales y de sonido para hacerlo inclusivo”.

Actualmente, trabaja en un nuevo juego en colaboración con amigos de Estados Unidos, Portugal y Argentina. “Es un juego en 2D y 3D que está diseñado para ser accesible tanto para personas con discapacidad visual como para quienes no la tienen. Queremos que todos puedan disfrutarlo. Por ejemplo, los sonidos del entorno ayudan a los jugadores con discapacidad visual a orientarse y tomar decisiones, mientras que los gráficos detallados atraen a quienes tienen visión total”.

El trabajo en equipo también ha sido clave en su desarrollo. “Con mis amigos internacionales, hablamos en inglés y español para comunicarnos. Todos tenemos diferentes niveles de discapacidad visual, pero compartimos el mismo objetivo…crear juegos inclusivos que rompan barreras”, agrega.

El apoyo docente que ha tenido

El profesor Esteban, uno de los guías de Robert en su liceo, destaca su compromiso y motivación. “Robert fue más allá de lo que se esperaba de los estudiantes. Mientras sus compañeros completaban los cursos requeridos, él tomó la iniciativa de buscar más conocimientos por su cuenta. Esto muestra su espíritu de superación y su pasión por aprender,” comenta.

El liceo ha implementado los cursos de Jóvenes Programadores de BiblioRedes como parte de su malla curricular, gracias a la intención de certificar a sus estudiantes en habilidades digitales. “La plataforma es muy intuitiva y accesible, incluso para quienes tienen menos experiencia con la tecnología. Robert es un ejemplo de cómo estas herramientas pueden transformar la vida de los estudiantes”, afirma Esteban.

¿Cómo imaginas tu futuro en la programación, considerando tu experiencia y tus proyectos actuales?

“Quiero fundar una empresa de fabricación de computadores en Chile, enfocada en accesibilidad. También sueño con seguir desarrollando aplicaciones que integren a personas con y sin discapacidad. La programación es una tremenda herramienta para crear un mundo más inclusivo,” reflexiona Robert. “Además, como les conté, estoy trabajando con mis amigos en un proyecto que queremos dejar operativo para el 2030, un juego que pueda ser disfrutado por todos”.

Un mensaje inspirador

Para aquellos que creen que la programación es un desafío inalcanzable, especialmente para personas con discapacidad, Robert tiene un mensaje claro y motivador: “La programación no es tan compleja como parece. Muchas veces la gente la ve como algo complicado, casi imposible, pero todo lo que usamos hoy en día tiene programación detrás. No es algo ajeno, está presente en nuestra realidad diaria. Tampoco es necesario ser un experto en matemáticas o inglés para aprender. Claro, hay algo de matemática, pero no es nada exagerado; basta con conocer la operatoria y la simbología. En cuanto al inglés, el que se usa en los cursos es básico, más que nada son términos específicos”.

Además, enfatiza en un punto que señala es muy importante a considerar. “La discapacidad visual no es un límite para aprender a programar, los únicos límites son los que nos ponemos nosotros mismos. Si quieres, puedes. Lo importante es tener curiosidad, constancia y aprovechar las herramientas disponibles”.

La historia de Robert es un claro testimonio de cómo la educación, combinada con la inclusión y la tecnología, puede transformar vidas y abrir puertas hacia un futuro lleno de oportunidades. Su camino no solo inspira a otros estudiantes, sino que también establece un precedente de cómo crear entornos de aprendizaje accesibles y motivadores.

 

 

 

ENTREVISTAS

Transformando aulas para el futuro: Rogers Méndez promueve la innovación con Jóvenes Programadores de BiblioRedes

Es coordinador del modelo de innovación de la Fundación COMEDUC, una institución privada sin fines de lucro que gestiona 19 establecimientos educativos en todo Chile. con una población que supera los 12.000 estudiantes. También es jefe de la especialidad de programación y docente de módulos para el área técnico profesional. Rogers Méndez, hace más de 15 años encontró su pasión al fusionar la tecnología con la educación, demostrando un enfoque proactivo y dinámico que le ha permitido innovar y mejorar continuamente.

En esa búsqueda llegó hace 3 años a Jóvenes Programadores, donde vio en la amplia malla de cursos una oportunidad para llevar algo nuevo al aula “Vimos en Jóvenes Programadores de BiblioRedes una herramienta muy potente para que las y los estudiantes puedan dominar la programación y otras tecnologías de manera más entretenida y didáctica (…) También tiene la ventaja de que es muy innovador porque los contenidos están muy actualizados. Son muy atingentes a lo que hoy día se está utilizando en el mercado”.

En el transcurso de los años, Rogers Méndez ha liderado iniciativas en donde usa los cursos Jóvenes Programadores de BiblioRedes a diversos establecimientos educativos. En particular, destaca su experiencia con el Liceo Bicentenario Juan Terrier de Curicó, donde han participado más de 200 estudiantes y se han obtenido más de 500 certificaciones en el área de programación e innovación. Esta colaboración ha permitido que la institución se destaque en concursos relevantes, como “Go! Innova” de INACAP, “SaviaLab” liderado por la Pontificia Universidad Católica de Chile y “Solve for Tomorrow” de Samsung. “Hay niñas y niños que en su trayecto entre 3° y 4° medio han logrado alrededor de más de 15 certificaciones en el programa, en todas las alternativas que tienen, tanto en formación ciudadana como programación por bloques y programación por código. Esto les ha permitido participar en algunos concursos asociados a la innovación”.

Redefiniendo el aula del siglo XXI

Con una visión centrada en el futuro, Rogers Méndez, ganador del prestigioso “Reconocimiento Docente Técnico Profesional Profe TP 2023”, organizado por la ONG Canales con el respaldo de El Ministerio de Educación, El Mercurio, Canal 13 y CCHC, busca expandir la positiva experiencia que ha tenido con Jóvenes Programadores de BiblioRedes. Su objetivo es llevar este  programa a otros liceos de la red COMEDUC, reconociendo los tangibles beneficios que ofrece para el desarrollo de habilidades del siglo XXI. Méndez destaca la importancia de promover el pensamiento crítico, la resolución creativa de problemas y el dominio de las tecnologías, utilizando metodologías activas que potencien el aprendizaje a través de proyectos.

¿Cuáles son los logros más destacados que han obtenido con esta iniciativa en los establecimientos?

“Mira tengo estudiantes que se han motivado bastante, incluso hay niñas y niños que en su trayecto entre 3° y 4° medio han logrado alrededor de más de 15 certificaciones en el programa, en todas las alternativas que tienen, tanto en formación ciudadana como programación por bloques y programación por código. Esto les ha permitido participar en algunos concursos asociados a la innovación como por ejemplo iniciativas como “Solve for Tomorrow” de Samsung, “Go! Innova” de INACAP, “SabiaLab” de la Pontificia Universidad Católica, en los cuales se han destacado y han obtenido reconocimientos como por ejemplo, el mejor proyecto de innovación a nivel nacional en diversos años.

 

Esta iniciativa ha sido fundamental para fomentar el autoaprendizaje y la innovación entre nuestros estudiantes, brindándoles oportunidades para destacarse y resolver problemas locales de manera creativa.

Para mí […], como docente ha sido una tremenda herramienta de apoyo para motivar a los estudiantes a que puedan adquirir conocimiento en sus tiempos libres y fomentando también la capacidad de auto aprender”.

¿Cuáles consideras que fueron los principales desafíos al implementar Jóvenes Programadores de BiblioRedes el año anterior? ¿Cómo los abordan y qué aprendizajes obtuvieron de esta experiencia? 

“Uno de los principales desafíos que enfrentamos al implementar Jóvenes Programadores de BiblioRedes el año anterior fue motivar a las y los estudiantes para que comprendieran la importancia del autoaprendizaje en un entorno tecnológico en constante evolución. Es importante que reconozcan que el contenido impartido en el aula y la instrucción del profesor, profesora, aunque son fundamentales, pueden no ser suficientes para mantenerse al día en un mundo donde las tecnologías y los lenguajes de programación evolucionan rápidamente.

Para abordar este desafío, nos enfocamos en cultivar una cultura de altas expectativas. Organizamos charlas y actividades donde profesionales compartieron sus experiencias y testimonios, inspirando a nuestras y nuestros estudiantes a creer en sus propias capacidades y a comprender que son capaces de enfrentar los desafíos del mundo tecnológico en constante cambio. Este enfoque les proporcionó una perspectiva más amplia sobre las oportunidades que se presentan cuando se comprometen con el aprendizaje continuo y el desarrollo de habilidades”.

Como líder de una red de colegios en Chile, ¿Cuál cree que es la principal ventaja o innovación de Jóvenes Programadores de BiblioRedes, en comparación con otros programas educativos con los que ha trabajado?

“Jóvenes Programadores de BiblioRedes destaca por su enfoque innovador en dos aspectos clave. En primer lugar, sus contenidos están siempre actualizados y reflejan las demandas del mercado actual, lo que garantiza que las y los estudiantes estén expuestos a las tecnologías y prácticas más demandadas. En segundo lugar, los cursos se distinguen por su enfoque altamente didáctico y práctico. He tenido la oportunidad de explorar muchos de estos cursos y aplicarlos en mis clases, lo que ha demostrado que las y los estudiantes pueden aprender de manera efectiva al involucrarse activamente en actividades prácticas.

A diferencia de otras plataformas más teóricas, Jóvenes Programadores de BiblioRedes se destaca por su enfoque visual, práctico y estimulante. Estos cursos están diseñados para adaptarse a las necesidades y contextos actuales, lo que los convierte en una herramienta educativa altamente efectiva. Además, su flexibilidad es notable, ya que permite el acceso desde una variedad de dispositivos, incluyendo tablets y teléfonos móviles, lo que facilita que los estudiantes trabajen desde cualquier lugar, incluso desde la comodidad de sus hogares”.

¿Cuántos estudiantes ya se han certificado a través de Jóvenes Programadores de BiblioRedes en los establecimientos educativos en los que usted ha trabajado hasta la fecha?

“Actualmente, tengo dos cursos, cada uno con 40 estudiantes, lo que suma un total de 80 estudiantes. En promedio, cada estudiante realiza al menos 5 cursos durante el año. Por lo tanto, si hacemos el cálculo, 8 cursos multiplicados por 5 estudiantes equivalen a 40 cursos por año, lo que representa aproximadamente 400 cursos en el ámbito de la programación solamente. Esto se traduce en más de 1.200 cursos ejecutados en los últimos 3 años en un solo establecimiento en la especialidad de programación.

En mi rol como líder de innovación en la Fundación COMEDUC, mi objetivo es replicar este modelo de trabajo en todos nuestros establecimientos este año. Hemos estado trabajando en reuniones y discusiones para lograr este objetivo, y ya estamos en posición de inscribir masivamente a estudiantes de diversas especialidades, no solo en programación, sino también en áreas como emprendimiento y habilidades digitales para el emprendimiento, que pueden ser aplicables en toda nuestra fundación”.